¿Qué es el entorno obesogénico?

La obesidad cada vez más se ha venido tratando como una enfermedad crónica como tal, ya que se ha descubierto que quienes la padecen pueden hacerlo por diversos motivos y factores que aún son materia de estudio para muchos investigadores pero que sin duda están relacionados de manera directa con la salud física o mental del individuo.

Cuando se asumió que este mal se estaba apoderando del mundo empezó la búsqueda de herramientas para frenarlo y de las posibles causas de su crecimiento hasta el punto de ser casi una pandemia.

En medio de todas estas hipótesis, surgió un nuevo factor que cada vez toma más fuerza dentro de los especialistas del tema, el entorno obesogénico, que hace referencia al ambiente y contexto en que habitan las personas en la actualidad, que ha hecho que el sedentarismo, los malos hábitos alimenticios, el estrés y toda la serie de fenómenos que a traído la urbanización de tantos lugares influyan directamente en el consumo excesivo de alimentos, en la poca atención a la salud y por ende en la obesidad.

Aspectos a cuidar del entorno obesogénico

obesogenicoNo es posible huir del entorno obesogénico pues esta ya establecido en la vida diaria de cada persona, las ciudades con sus múltiples opciones alimenticias, la gran oferta de alimentos chatarra, la facilidad para acceder a exceso de grasa y azúcar, el gran entretenimiento en casa que evita salidas deportivas o el interés en actividades que eviten el sedentarismo  hace que sea imposible escapar de él, sin embargo si es posible asumir con responsabilidad, crear buenos hábitos de vida y sobre todo inculcarlos en los más pequeños de manera tal que a pesar de vivir en este entorno no padezcan obesidad.

A qué se le denomina, entorno obesogénico

obesoEl concepto de entorno obesogénico se introdujo desde Garry Egger y Boyd Swinburn en 1997. Quienes aludieron a los entornos de alimentos de hoy como tóxicos, no porque al instante te hacen violentamente enfermo, sino porque no están haciendo más fácil para las personas estar sanas.

Cientos de tiendas alrededor del mundo optan por ofrecer productos nada sanos como las golosinas o bocadillos grasosos impulsados ​​por el afán de lucro. Pero podrían estos supermercados convertirse en promotores de la salud a través de la ubicación de productos adecuados a la altura de los ojos, de fácil acceso y elección sobre los que a menudo están allí que son menos saludables.

En los lugares de trabajo, centros comerciales, lugares de ocio, incluso hospitales están topados con máquinas expendedoras de algún tipo de esas «cosas» dañinas que de alguna manera u otra impulsan los entornos obesogénicos. Así que es hora de decir adiós a las máquinas expendedoras, o que se conviertan en un entorno de alimentos más saludables.

Algo como las máquinas expendedoras de frutas podría ser una buena alternativa, quizá no suene tan llamativo o delicioso  como papitas fritas o chocolatinas, pero sin duda serán más saludables y al estar al alcance de todos inviten a consumirlos y eliminen de una vez por todas, el entorno obesogénico.