La sofrología orientada al desarrollo emocional de los niños

La sofrología orientada al desarrollo emocional de los niños

Los niños son capaces de percibir diversas sensaciones desde el mismo momento de su concepción, desde el vientre sienten los diferentes sentimientos, estímulos y  emociones que experimenta el organismo de la mamá así como los externos a ella.

¿En qué consiste el desarrollo emocional relacionado con la sofrología?

Las emociones se constituyen en la base del conocimiento de uno mismo y de las relaciones con los demás. Conocer como padres cómo es el desarrollo emocional de los niños en sus primeros años de vida es esencial para ofrecer bienestar a los futuros adultos.

Es por esto que a medida que el niño crece, los sentimientos surgen de manera progresiva. Es por esto que la sofrología aporta el apoyo necesario para que el niño se sienta bien consigo mismo, aquí explican una definición de ello: https://sofrocay.com/sophrologie/ para empezar a entender los conceptos de la sofrología.

También durante el desarrollo cognitivo el pequeño toma conciencia de sus afectos y las de sus semejantes. Asimismo y durante este proceso emocional el niño juega un papel sustancial la autoestima que dependiendo cómo evolucione dará paso a los sentimientos que le permita accionar o poner límites a sus actuaciones.

Se presenta como un área compleja que debe tomar en consideración desde el mismo momento que aparecen las emociones, cómo son expresadas conscientemente  y su regulación tanto hacia los demás como a sí mismo.

Paralelamente este proceso va muy vinculado al avance tanto cognitivo como social que se retroalimenta progresivamente junto al desarrollo del lenguaje.

Es así como posteriormente al  nacimiento del niño, este experimenta las primeras emociones denominadas primarias, basadas en sus necesidades básicas, pero a medida que el tiempo transcurre la relación de interacción con el entorno va dando  matices a la variedad de expresiones emocionales que tiene.

Etapas de desarrollo emocional del niño

0-3 meses

Llanto, disgusto, reconocen la alegría, sonríe, se asusta,

4-8  meses

Ríe cuando toca los juguetes, diferencia gestos de enfado y tristeza, se sorprende cuando espera una sonrisa o una cara enojada. Se muestra alegre y ríe cuando se juega con él, comienza a reaccionar con asombro. Ante estímulos desconocidos reacciona con ansiedad. Aparece el miedo y la culpa.

A partir del año:

  • Desarrolla sus primeras habilidades empáticas.
  • Empieza a privar sus emociones y supera pequeños momentos de miedo.
  • Imita expresiones faciales de emociones como la rabia, tristeza, alegría, rechazo o sorpresa.
  • Distingue a las personas por su relación sentimental.

Alrededor de los 4 años el lenguaje juega un aspecto importante, ya que en esta etapa el niño es capaz de comprender la realidad, comunicar experiencias y expresar más claramente los sentimientos. Es a partir de este momento que se desarrolla la conciencia emocional, momento propicio para iniciar una correcta educación emocional.

Importancia de una buena educación emocional con la Sofrología

No basta en solo conocer el proceso de desarrollo emocional, sino que se debe entender cómo contribuir a mejorarlo para que los niños gestionen sus emociones y se conviertan en adultos emocionalmente educados.

En la actualidad el resurgir de la Sofrología permite profundizar en su desarrollo y funcionalidad que ofrece amplias perspectivas en el ámbito familiar y educativo, de manera de que el niño reciba un entrenamiento para mejorar sus capacidades mentales,  al mismo tiempo un desarrollo integral.

La palabra sofrología proviene del griego y significa serenidad (Sos), mente (Phren), estudio, razón (logos), es una ciencia que permite potenciar la dimensión positiva de las capacidades mentales del ser humano. En una primera fase del método el niño aprende a conocer su esquema corporal y los sentimientos que se derivan de las diferentes situaciones que enfrenta.

El entrenamiento se basa en ejercicios de respiración, técnicas de relajación, de activación mental y ejercitación corporal que permiten el surgimiento de las ideas y pensamientos positivos que contribuyan a desarrollar la personalidad.

Es decir, que el niño pueda construir de forma positiva su identidad, autoestima, seguridad y confianza en sí mismo y con el mundo que lo rodea. Además, él puede distinguir las emociones, identificar, manejar, controlar, expresarlas libremente dejando de  lado los prejuicios, condicionamientos o interpretaciones.

¿Qué enseña la sofrología a los niños?

Los inicia en una serie de ejercicios para que los ejecute y aprenda a auto dirigirse en el desarrollo de sus habilidades, el método será adaptado a la edad y de acuerdo a la evaluación que el especialista realice a cada niño. Por ello, es importante reforzar ese aprendizaje con actividades de ocio para niños que fomenten su creatividad.

Contribución de la Sofrología aplicada al desarrollo emocional de los niños

  • La etapa de la niñez es ideal para entrenar e iniciar al chico  en este método, ya que su aprendizaje temprano tendrá una repercusión positiva durante toda su vida.
  • Permite tomar conciencia de sí mismo, de sus emociones y de cómo regularlas.
  • Refuerza valores, como el respeto hacia uno mismo y hacia los demás.
  • Mejora las competencias de trabajo con otros niños, con sus hermanos y en los deberes de la casa.
  • Fortalece la confianza en sí mismo frente a los desafíos.
  • Mejora los niveles de concentración, memoria, disciplina y vitalidad.
  • Facilita la toma de decisiones a través del control de emociones.
  • Tolera las presiones y frustraciones que pueda enfrentar en la escuela, en la familia o con los amigos.
  • Entiende los sentimientos propios y ajenos.
  • Es consciente de las habilidades que posee y de las áreas en las que se desea cambiar.
  • Potencia la creatividad.
  • Adecuado manejo de situaciones de estrés, ansiedad o depresión.
  • Fortifica la actitud positiva.
  • Vive los procesos de trabajo, aprendizaje o cualquier actividad como momentos de disfrute pleno.
  • Es capaz de expresar libremente lo piensa o siente.
  • Mayor facilidad de socializar con los demás.
  • Es una persona autónoma.
  • Da soluciones apropiadas frente a situaciones conflictivas.
  • Fortalece el sistema inmunológico.

Finalmente y con un entrenamiento bien dirigido y adecuado el niño logrará desarrollar de forma apropiada su esquema corporal y con ello su inteligencia en todos los niveles, logrando de este modo la perfecta armonía entre la mente y el cuerpo.