Mucho se ha hablado sobre cómo una correcta alimentación durante el embarazo ayuda a la salud del infante. Hoy los médicos aseguran que cuando una mujer se alimenta bien previene la obesidad para su hijo. Por lo menos lo afirma el neonatólogo David Rodríguez Medina.
Si en el embarazo se produce una deficiente alimentación, eso repercutirá en un síndrome metabólico que al final no llevará a ningún lado bueno al infante. Problemas en la alimentación puede llevar a un síndrome metabólico sobre todo si el bebe nace prematuro o con bajo peso.
¿Por qué es importante?
En el primer trimestre de la gestación, la ingesta de proteínas de la mujer embarazada debe ser la mejor, así como de vitaminas como la B12 en conjunto con otros minerales. El aporte nutricional que la mujer le hace al bebé sobre todo en este período es muy importante. Se trata de un proceso epigenético en donde es posible la neutralización de los mismos.
El gen de la obesidad se le califica como un gen ahorrador, es un gen que tiende generalmente a almacenar reservas calóricas al enfrentarse a carencias nutricionales. Una mala alimentación puede dar lugar a que durante la programación fetal el gen de la obesidad no llegue a “madurar o cumplir su rol” debido a que el bebé no ha recibido el nutriente que lo ayude a preparase para ese proceso primario. Entonces cuando es así, en el futuro tendrá posibilidades de reactivarse, sobre todo en su etapa gestacional.
El doctor Rodríguez dice que los bebés, cuyas madres no tuvieron una buena alimentación, pueden tener complicaciones en el sistema nervioso central, además que serán muy propensos a poder resistir la insulina, y la obesidad y la hipertensión arterial serán complicaciones seguras.
El mismo riesgo se ha visto en niños que nacieron con problemas de restricción uterina, además de tener una tendencia al desarrollo de la obesidad en edades como la adolescencia y la adultez.
En casos de bajo peso, también hay un riesgo metabólico, así como en niños prematuros extremos cuyo alumbramiento fue antes de la semana 28.
El problema puede ir lejos
Cuando hay una inadecuada metalización de genes el problema es que ha habido una mala programación de ADN, y es algo que puede transmitirse hasta a tres generaciones siguientes.
La alimentación en el embarazo puede ser ideal para garantizar el crecimiento y el desarrollo del bebé y evitar problemas de salud en el futuro.
En cuanto a los bebés gorditos, desde un tiempo hacia acá ha habido cuestionamiento si es saludable o no. Expresiones como qué lindo es y qué gordito es solemos escuchar para un bebé que esté gordito. Además se ha considerado que una mamá que tiene un bebé gordito es una madre que está haciendo un buen trabajo. No es así.
Que la gente considere que un bebé gordito esté saludable tiene su explicación. Las generaciones pasadas no lo tuvieron fácil para criar bebés. Antes, un bebé gordito tenía más posibilidades de sobrevivir que un bebé que no lo estuviera. Hoy los niños hacen mucho menos ejercicios que antes, y eso hace que los quilos de más se conviertan en una preocupación que haya que atender pronto.